Diciembre es mi mes favorito del año.
Es un mes extraño, pero divertido. Las salidas, los amigos, la familia, la navidad, la comida…y la esperanza de un año nuevo lleno de posibilidades. Una página en blanco donde parece que podemos escribir lo que sea.
Cuando se acerca el año nuevo, nada parece imposible.
Y ahí es cuando empezamos a escribir nuestras “resoluciones”. Todo lo que queremos lograr el año siguiente escrito en una hoja (y a veces varias, si eres como yo).
Llega enero y te sientes con una energía renovada. Las metas están claras y la motivación está alta, sé que lo puedo lograr.
Pero si el día de hoy volteas a ver la lista que hiciste el año pasado, es probable que veas que mucho de lo que te propusiste, no lo lograste.
¿Por qué?
El Problema No Es La Meta, Sino Cómo La Colocaste
Esta es la manera tradicional en la que escribimos nuestras metas de año nuevo:
- “Para julio voy a perder 10 kilos”
- “En 6 meses voy a aumentar 200 libras a mis pesos muertos”
- “Para el 31 de agosto voy a haber ganado $15.000 extra”
A primera vista, todas parecen metas posibles. 10 kg en 7 meses no es una locura, aumentar 30-40 libras en pesos muertos por mes es difícil, pero se puede lograr. Apuntar a $2000 extra por mes es un reto, pero con esfuerzo es alcanzable.
Según 90% de los libros sobre metas, cada una de ellas pareciera estar perfectamente bien. Pero en realidad, te están haciendo todo más difícil.
Si quieres lograr tus metas este año, sigue leyendo.
5 Pasos Para Colocar Metas Que Sí Funcionan
Paso 1: Sueña en Grande, Empieza en Pequeño
Al pensar en perder 10 kilos, lo primero que se viene a la mente es todas las horas de ejercicio que hay que hacer y todos los días que vas a tener que cumplir tu dieta para lograrlo.
Nuestro cerebro está programado para evitarnos al máximo la incomodidad, y su respuesta natural cuando nos enfrentamos a algo tan grande que nos abruma, es desistir y cambiar nuestra atención hacia actividades que resulten más cómodas.
Los primeros días no hay problema. Esa energía el año nuevo te va a ayudar a soportarlo. Pero una vez que esa motivación se desvanece, el cerebro gana y el resultado es que desistas de la meta.
¿Cómo hacerlo? Pues aun sabiendo que tu meta es grande (perder los 10 kilos) concéntrate en objetivos pequeños que puedas lograr hoy.
Un objetivo pequeño, por ejemplo, es tomar las escaleras hoy en lugar del ascensor. Al lograr ese objetivo pequeño, estás programando a tu cerebro para saber que puedes alcanzar el siguiente (comer más vegetales, tomar 8 vasos de agua, etc.).
Paso 2: Crea un Sistema
Una vez que tienes esos objetivos pequeños, define un sistema que te ayude a lograrlos.
Para recordar tomar la escalera en lugar del ascensor, coloca un recordatorio en el celular 10 minutos antes de la hora en la que llegas a tu casa normalmente.
Para recordar comer más vegetales, colócalos en la parte de enfrente del refrigerador.
Para aumentar tus pesos muertos, investiga qué debes cambiar en tu técnica o qué ejercicios accesorios puedes incluir para lograrlo.
Paso 3: Cambia La Fecha Límite Por Un Cronograma
Colocar una fecha límite solo sirve para sentir como un fracaso no haberlo logrado para ese momento. En lugar de colocar un día específico para el que debes haber logrado todo, concéntrate en hacer un cronograma con esas actividades pequeñas del paso 1 y 2 que te van a llevar a la meta.
¿Quieres aumentar 100 libras a tus pesos muertos? En lugar de colocarte una fecha límite, proponte entrenarlo 3 veces a la semana.
Paso 4: Define tu Identidad
¿Qué hábitos tiene esa persona que logra bajar los 10 kilos? ¿O esa persona que logra aumentar 100 libras a sus pesos muertos? ¿O ese emprendedor que gana $2000 extra cada mes?
Convéncete a ti mismo de que eres esa persona, eso te va a ayudar a pasar de ser el que dice “quiero bajar 10 kilos pero es que hacer dieta no es lo mío” a ser el que dice “yo como mejor y me ejercito 3 veces por semana” y BAM, logra bajar los 10 kilos.
Paso 5: Practica, practica, practica
Una vez que tienes tu identidad, tus objetivos pequeños y tu cronograma, solo practica cada tarea hasta que se convierta en un hábito que hagas sin siquiera tener que pensarlo.
Concéntrate en practicar, no en tu desempeño. Si sientes frustración por no haberlo hecho perfecto al primer intento, vas a desistir.
Recuerda que la práctica hace al maestro y que para cualquiera de las actividades nuevas que te plantees, practicar cada día es lo que te va a ayudar a hacerlo bien.
Antes de empezar la Dieta Flexible, mis clientes suelen pensar que pesar la comida es un reto inmenso. Luego del primer mes haciéndolo diariamente, se convierte en un hábito que hacen sin pensarlo, sin esfuerzo –y que los ayuda a estar más cerca de esa meta que se propusieron en diciembre.
Para Concluir…
El problema de tus metas no son tus metas…Sino la forma en la que las planteas.
Si ya hiciste tus resoluciones para año nuevo, reescríbelas de esta forma y a partir del 1 de enero apégate al plan cada día.
Verás cómo no hay límites para tus posibilidades cuando sigues estos pasos sencillos.